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lunes, 28 de enero de 2013

Por Steve Beckow. Terminando la Persecución contra las mujeres: De las Palabras a la Acción

Por Steve Beckow. Terminando la Persecución contra las mujeres: De las Palabras a la Acción

24 de enero de 2013

Pensamos que los problemas del colectivo humano se resolverían milagrosamente el 21 de diciembre de 2012 pero no fue el caso.

 

Al parecer tenemos que limpiar nuestra casa. Y Quizá 50 por ciento de los problemas en nuestra sociedad, quizá más, podrían atenderse si la discriminación y la persecución contra las mujeres se pararan en la sociedad mundial. 

 

Entonces veremos algunas de las circunstancias de la persecución de género en camino al Día de Nova Terra en 14 de Febrero de 2013. No habrá ninguna Nova Terra sin el cese de la violencia contra las mujeres.

 

Lista de hechos de un estudio realizado por el Secretario General de las Naciones Unidad 9 de octubre del 2006.

http://www.springtideresources.org/

resource/ending-violence-against-women

 

La mayoría de los cientos de miles de personas que son traficadas cada año son mujeres y niños, y muchas son traficadas con propósitos de explotación sexual.

 

La violencia contra las mujeres toma muchas formas – física, sexual, psicológica y económica.

 

Están interrelacionadas y afectan a las mujeres desde el nacimiento hasta la vejez.

 

Al ir cambiando las sociedades, los patrones de violencia se alteran y emergen nuevas formas. Algunas formas de violencia, como el tráfico, cruzan fronteras nacionales.

 

Las mujeres que experimentan violencia, sufren un rango de problemas de salud y su habilidad para participar en la vida pública disminuye. 

 

La violencia contra las mujeres daña familias por generaciones, así como comunidades y refuerza otra violencia a través de las sociedades. 

 

La violencia contra las mujeres también empobrece a las mujeres, a sus familias, comunidades y naciones. 

 

Reduce la productividad económica, extrae recursos de los servicios públicos y de los empleadores y reduce la formación de capital humano.

 

La violencia contra las mujeres es complejo y diverso en su manifestación, con consecuencias y costos de largo alcance y duraderos.

 

Su eliminación requiere una respuesta comprensiva, sistemática y determinada. Hay evidencia precisa que la violencia contra las mujeres es severa y perversa por el mundo. 

 

Los estudios sobre la violencia contra las mujeres que se llevaron a cabo en al menos 71 países muestran que una proporción significativa de mujeres sufren violencia física, sexual o psicológica.

 

Más de 130 millones de niñas han sido sometidas a un corte o mutilación de los genitales femeninos.

 

La práctica, prevaleciente en África y algunos países en el Medio Oriente, también prevalece entre las comunidades de inmigrantes en Europa, Norteamérica y Australia.

 

El infanticidio femenino, la selección de sexo prenatal y la negligencia sistemática en las niñas se encuentran en el Sur y Este de Asia, Norte de África y en el Medio Oriente.

 

Las mujeres experimentan acoso sexual a lo largo de sus vidas. Entre el 40 y 50 por ciento de mujeres en la Unión Europea reportaron algún tipo de acoso sexual en el lugar de trabajo. En Malawi, el 50 por ciento de las niñas escolares reportaron acoso sexual en la escuela.

 

La forma más común de violencia experimentada por las mujeres a nivel global es la violencia física causada por una pareja intima. 

 

En promedio, al menos una de cada tres mujeres está sometida a la violencia de una pareja intima en el curso de sus vidas.

 

Muchas mujeres están sometidas a la violencia sexual por una pareja intima. Un estudio de WHO en 11 países encontró que el porcentaje de mujeres que han sido sometidas a violencia sexual por una pareja intima se encuentra en el rango del 6 por ciento en Japón, Serbia y Montenegro y 59 por ciento en Etiopia.

 

La violencia psicológica o emocional por parte de una pareja intima está muy extendida. La proporción de mujeres que han sufrido violencia psicológica severa se encuentra desde el rango del 10 por ciento en Egipto hasta el 51 por ciento en Chile. 

 

El primer estudio nacional francés sobre la violencia contra las mujeres mostró que el 35 por ciento de las mujeres había experimentado presión psicológica por parte de una pareja intima en un periodo de 12 meses.

 

El Femenicidio –el asesinato de mujeres – tiene características diferentes de los asesinatos de hombres y a menudo involucra violencia sexual. 

 

Entre el 40 y 7º por ciento de las victimas femeninas de homicidio son asesinadas por maridos y novios en Australia, Canadá, Israel, Sudáfrica y los Estados Unidos.

 

En Colombia, una mujer es reportada asesinada por su pareja o anterior pareja cada seis días. Cientos de mujeres fueron secuestradas, violadas y asesinadas en y alrededor de Ciudad Juárez, México, en un periodo de 10 años.

 

Las mujeres también están sometidas a la violencia cuando están bajo custodia de la policía. La violencia contra las mujeres mientras están bajo custodia policiaca o en prisión incluye violencia sexual, vigilancia inapropiada, registro desnudas por o en presencia de hombres, y demandas de actos sexuales a cambio de privilegios, bienes o necesidades básicas.

 

La violencia contra las mujeres en los conflictos armados a menudo incluye violencia sexual. Entre 250 mil y 500 mil mujeres fueron violadas durante el genocidio en Ruanda de 1994; entre 20 mil y 50 mil mujeres fueron violadas durante el conflicto en Bosnia a principios de los 1990s.

 

Muchas mujeres enfrentaron múltiples formas de discriminación y un riesgo incrementado a la violencia. 

 

Mujeres indígenas en Canadá están cinco veces más propensas que otras mujeres de la misma edad a morir como resultado de la violencia. 

 

En Europa, Norteamérica y Australia, más de la mitad de las mujeres con discapacidades han experimentado abuso físico, comparado con un tercio de las mujeres no discapacitadas.

 

Las mujeres sometidas a la violencia están más propensas a sufrir problemas físicos, mentales y reproductivos.

 

Las heridas físicas incluyen huesos rotos y condiciones de salud crónicas. Las consecuencias en la salud reproductiva incluyen desordenes ginecológicos, infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados y problemas con el alumbramiento.

 

La violencia domestica y la violación contabilizan el 5 por ciento de la carga total de enfermedades en las mujeres entre edades de 15 y 44 en países desarrollados y 19 por ciento en países no desarrollados.

 

La violencia coloca a la mujer en un riesgo alto de tener resultados de salud reproductiva y física pobre y también las mujeres abusadas muestran una baja salud mental y funcionamiento social.

 

La violencia antes y durante el embarazo tiene serias consecuencias de salud tanto para la madre como para el hijo. 

 

La violencia lleva a embarazos de alto riesgo y a problemas relacionados con el embarazo, incluyendo abortos, partos antes de término y bajo peso al nacer.

 

Las mujeres que han experimentado la violencia tienen un alto riesgo de contraer el VIH. Miedo a la violencia también evita que las mujeres tengan acceso a información sobre el VIH / Sida y a recibir tratamiento y consejo.

 

La Depresión es una de las consecuencias más comunes de violencia física y sexual contra las mujeres. Las mujeres sometidas a la violencia están más propensas al abuso del alcohol y las drogas y a reportar disfunción sexual, intentos de suicidios, tensión postraumática y desordenes del sistema nervioso central.

 

Presenciar violencia domestica crónica puede llevar a patrones de violencia a lo largo de la vida en relaciones personales.

 

La violencia contra las mujeres puede evitar que las mujeres participen activamente en la economía y obstruir oportunidades de empleo.

 

Las niñas que reciben violencia tienen pocas probabilidades de completar su educación. 

 

Un estudio en Nicaragua mostró que las hijas de victimas femeninas de violencia dejaron la escuela en promedio cuatro años antes que otros niños.

 

Los costos de la violencia contra las mujeres – tanto directa como indirectamente – son extremadamente altos.

 

Estos costos incluyen los costos de los servicios para tratar y apoyar a mujeres abusadas y a sus hijos y llevar a los perpetradores a la justicia. 

 

Los costos indirectos incluyen pérdida de empleo y productividad, y los costos en el dolor humano y el sufrimiento.

 

En Canadá, un estudio de 1995 estimó los costos anuales directos de la violencia contra las mujeres en 684 millones de dólares canadienses para el sistema de justicia criminal, 187 millones de dólares canadienses para la policía y 294 millones de dólares canadienses para el costo de asesoramiento y entrenamiento, totalizando más de 1 mil millones de dólares canadienses al año. 

 

Un estudio de 2004 en el Reino Unido estimó los costos totales directos e indirectos de la violencia domestica, incluyendo el dolor y el sufrimiento en 23 mil millones de libras esterlinas por año o 440 libras esterlinas por persona.

http://goldenageofgaia.com/2013/01/ending-persecution

-against-women-from-words-to-action/

 

Publicado por Steve Beckow

 

Traducción: Gustavo T

WebSite:  http://despertando.me

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