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miércoles, 20 de noviembre de 2013

D E L F I N A R I O S ... ¿¿Qué se esconde detrás de tan divertido y fascinante espectáculo??

IMPORTANTE DIFUNDIR POR NUESTROS DELFINES!!!   

¡¡¡NO ASISTAS A ESPECTACULOS CON DELFINES - DÍ NO AL CAUTIVERIO!!! 

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D E L F I N A R I O S ... ¿¿Qué se esconde detrás de tan divertido y fascinante espectáculo??

 

18 de mayo de 2013 a la(s) 23:22
Aparentemente, detrás de tanta fascinación, existe un angustioso cautiverio!!

¿¿ Qué son los DELFINARIOS ??

Los delfinarios y zoológicos marinos son complejos que se dedican a mantener, reproducir y exhibir animales marinos. Muchos de estos delfines provienen de la caza y captura de ejemplares salvajes, que son secuestrados del mar para ser llevados a tanques y piscinas, encerrados de por vida, lejos de sus grupos de referencia. 

Otra parte de los ejemplares exhibidos en delfinarios provienen de la cría en cautividad, lo que no es motivo para "naturalizar" su estadía en estos recintos, pues los delfines son animales genéticamente diseñados para nadar a diario cientos de kilómetros, compartir con grandes cantidades de congéneres y vivir en libertad, no para divertirnos en absurdos espectáculos que no enseñan más que los humanos podemos hacer cualquier cosa para divertirnos a costa de otros animales.

Los espectáculos comerciales de los delfinarios pueden parecer divertidos pero la realidad es muy grave. Existe evidencia científica demuestra que los mamíferos marinos sufren considerablemente en cautividad donde no pueden satisfacer sus necesidades de comportamiento y fisiológicas. Vivir en pequeñas piscinas, sin ningún tipo de enriquecimiento ambiental, les puede provocar estrés y agresividad, reducir sus expectativas de vida y provocar numerosos problemas para su salud.

Muestra de ello es que la mayoría de delfinarios administranValium a sus delfines para evitar que estos muestren comportamientos anormales. Otros delfinarios suministran esteroides a los machos para que no sean agresivos y puedan rendir en los “shows”.

Una vida en un tanque de cemento, dando vueltas constantemente nunca será un sustituto aceptable al vasto océano. Ningún ser nace para vivir encerrado, y los delfines, viajeros incansables, nunca se adaptan a vivir en tanques de cemento vacíos de estímulos. 

Sus complejas necesidades les hacen inadaptables al cautiverio, por mucho que se intente “enriquecer” su entorno con pelotas y juegos varios. Los espectáculos circenses con estos animales resultan además antieducativos y no existen en los delfinarios programas de investigación y conservación ex situ viables para estos animales.

Se estima que actualmente hay en el mundo unos 1.000 delfines mantenidos en cautiverio. Aunque la mayoría viven en delfinarios y parques acuáticos, también hay delfines en centros comerciales, discotecas, hoteles e incluso algunos ejércitos los utilizan en experimentos bélicos.


Las imágenes de películas y series en que los delfines salvajes simpatizan y ayudan a las personas han creado una imagen distorsionada de ellos. Lamentablemente para los delfines, sus caras muestran un rictus que los humanos pueden asociar a una sonrisa, dando la impresión así de estar felices y bien, pero muchos están deprimidos y estresados, e incluso se pueden tornar agresivos.

C A P T U R A S

La verdad es que la captura de delfines es un procedimiento violento. Se persiguen grupos de delfines "bottlenose" o "nariz de botella" hasta lograr su agotamiento. Son rodeados con una red y arrastrados al barco donde el grupo de captura escoge entre el aterrorizado grupo los especímenes que desean. Los más afortunados son lanzados por la borda y devueltos al mar. Los que resultan seleccionados ya no volverán jamás a ver su océano ni a su grupo.


En algunos casos se separan las hembras de sus crías, a pesar del hecho que un delfín bottlenose protege y se queda con la cría, normalmente, hasta los 5 años. Durante este tiempo, forman una relación caracterizada por un profundo cariño. La separación violenta y permanente es una experiencia traumática tanto para la madre como para la cría.

 "Con marea alta, las marsopas (delfines bottlenose del Atlántico) se desplazan a los riachuelos estrechos y canales de los ríos. El grupo de captura de Marineland aprendió a buscar grupos de marsopas comiendo en las partes altas de estos riachuelos. Cuando encontraban uno, ponían una red de lado a lado, cortando así el único camino de salida. Se inducían a las marsopas a la estampida hacia las enormes redes de captura, comprimiendo el espacio que ocupaban o golpeando el agua con remos. Una vez atrapados en la red, se tenían que llevar al barco rápidamente antes de que se ahogaran".

Para capturar especies pelágicas de delfines (como el delfín manchado y el delfín común) la técnica es: "El equipo de recogida se aprovecha de su costumbre de nadar en la proa de los barcos. El de captura consiste en "atrapa colas" similar a unas pinzas enormes en la punta de una larga percha. Una cuerda va sujeta a las pinzas, que llevan unos muelles, y cuando se lanza hacia los delfines se cierra la cuerda alrededor de la cola y justo delante de la aleta. Esto causa rasguños y erosiones en la piel debido a la cuerda". 
 
Después se inventó el "atrapa cabezas”, aparato que captura a los delfines por la cabeza en vez de la cola, convirtiéndose en el sistema de captura estándar para pequeños cetáceos pelágicos, al menos en los EE.UU. No es sorprendente que algunos delfines mueran de shock durante la captura. 
 
Debido a la alta mortalidad de los cetáceos en estas condiciones, la población cautiva es insostenible para mantener esta creciente industria. Es por esta razón que se están intensificando las capturas de delfines salvajes para suministrar a estos centros. A menudo para esquivar la legislación que limita estas prácticas, se recurre a lugares "de paso" para declarar que no provienen directamente de la naturaleza.
 
Las capturas se llevan a cabo brutalmente y sin estudios adecuados que determinen si las poblaciones pueden soportar estas presiones. Al ser los cetáceos animales altamente sociales, la captura de un solo individuo puede afectar profundamente las estructuras sociales de la manada y la población entera. Los delfines que no son capturados pueden morir del shock y del estrés provocados por el acoso al que son sometidos los grupos, víctimas por ejemplo de miopatías que provocan fallos cardíacos.

Más tarde, algunas hembras embarazadas pueden abortar sus fetos o las madres pueden dejar de lactar muriendo así sus crías. El estrés que supone capturarlos, separarlos de sus grupos y colocarlos en pequeños tanques en que tan sólo pueden nadar en círculos les deprime y debilita, llevando a la muerte a muchos ejemplares durante los primeros días de su captura. Otros mueren a consecuencia de traumatismos e infecciones provocadas durante el acoso.
  
Aunque algunos sean nacidos en cautividad, estos animales salvajes mantienen sus fuertes instintos y sufren igualmente en los delfinarios que aquellos capturados de la naturaleza. Además, el hecho que sean nacidos en cautividad no es razón para desposeerlos de sus derechos como seres vivos con grandes capacidades cognitivas.

C A U T I V E R I O

 

Las condiciones de vida de estos animales en cautividad, pueden afectar gravemente a su bienestar tanto físico como psicológico.

Las condiciones artificiales incluyen piscinas de reducidas dimensiones así como luz y sonidos excesivos y artificiales. El agua en que viven también es diferente al agua del mar; consiste en agua dulce y sal con aditivos químicos y en ciertos centros es frecuente la presencia de microbios, algas y otras partículas así como desequilibrios químicos que pueden afectar a los animales. 

La dieta que se les facilita es distinta a la suya y, al perder el pescado congelado su valor nutricional, se les debe suministrar suplementos de vitaminas. Asimismo la deshidratación de los animales es frecuente ya que el pescado congelado pierde agua, así pues se les debe suministrar el agua que los animales obtendrían de su dieta naturalmente, de manera artificial (inyectándola en el pescado o en bloques de gelatina).


En cautividad raramente usan su sónar natural –un sentido altamente sofisticado que les permite reconocer su entorno, pescar y comunicarse. Al no tener nada que descubrir en las piscinas vacías, suelen dejar de emitir sonidos bajo el agua (sólo realizan los nasales inducidos por el hombre para el espectáculo) y se apoyan más en estímulos visuales. 

En algunos tanques, el sónar puede rebotar en las frías paredes y los ruidos, como aquellos provenientes de las bombas de circulación, pueden afectar los umbrales de percepción auditiva de los animales. Esto explica porqué algunos cetáceos han chocado contra las paredes de los tanques resultando heridos e incluso muertos.

Al estar privados de variedad en un entorno completamente vacío, la falta de de cosas para hacer les aburre y no tienen suficientes estímulos ni hacen suficiente ejercicio. El estrés tanto social como físico les hace más propensos a sufrir enfermedades y deben ser suministrados con medicamentos de manera rutinaria.

En la naturaleza estos animales viven en grupos de entre 15 y 60 individuos con lazos sociales muy cohesionados y duraderos, especialmente entre las madres y sus crías, y algunos que duran toda la vida. Cooperan entre sí para pescar e incluso se ayudan cuando uno lo necesita. 

En cautiverio, se juntan delfines de distintos orígenes -extraños entre sí- creando grupos sociales totalmente artificiales que no les permiten establecer una jerarquía. Esto puede llevar a problemas de socialización, al desarrollo de guerras de dominio, y a comportamientos agresivos entre ellos debido al estrés. Para mantenerlos calmados a veces se les suministran tranquilizantes u hormonas.


En la naturaleza, los cetáceos son animales activos; nadan entre 95 y 160 km al día y a velocidades de hasta 45 km/hr los delfines y 56 km/hr las orcas, sumergiéndose a varios metros de profundidad y pasando sólo un 15% de su tiempo en la superficie. Nadan incluso cuando duermen, siempre alerta y en movimiento. 

Así pues no es difícil imaginar el sufrimiento que el confinamiento, en pequeñas y poco profundas piscinas y sin ningún tipo de enriquecimiento ambiental, implica para ellos.


Algunos cetáceos en cautividad muestran comportamientos estereotipados, que son aquellos observados en los animales en cautividad y que se llevan a cabo de manera reiterada y sin finalidad aparente. En delfines y orcas, los más frecuentes son el nadar en círculos de manera repetitiva, o flotar en la superficie sin moverse y de manera letárgica durante largos periodos de tiempo. 

También, y sobretodo en grandes cetáceos como orcas u orcas negras, es común que muerdan los barrotes metálicos de sus tanques y las paredes o que froten sus barbillas en los muros de cemento, pudiendo romperse los dientes o provocarse graves heridas.

El estrés y la angustia fisiológica que sufren estos animales en cautividad, les pueden causar neurosis y úlceras, aunque también se pueden observar vómitos, aumento de la susceptibilidad a enfermedades e incluso la muerte.

L I B E R T A D  vs.  C A U T I V E R I O

Aunque hayan varias especies de delfines y ballenas en cautiverio, la mayoría son delfines bottlenose (Tursiops truncatus) y se les puede aplicar la mayoría de las siguientes comparaciones:


1. En Libertad, los delfines disfrutan de la habilidad de moverse libremente. Sus cuerpos aerodinámicos y su piel suave les permite alcanzar grandes velocidades en el agua. Están siempre en movimiento, nadando hasta 40 millas al día. Gastan sólo un 10 al 20% de su tiempo en la superficie. Pueden aguantar la respiración hasta 20 minutos y bucear a profundidades de más de 1.640 pies (500 metros). 

En Cautiverio, los delfines están limitados al tamaño de sus tanques y jaulas. Sólo pueden nadar unos cuantos pies hasta que la pared les para. Los delfines en cautiverio -especialmente los que están en tanques- pasan mucho tiempo nadando en pequeños círculos o simplemente flotando quietos en la superficie del agua.


2. En Libertad, la mayoría de los delfines pasan su vida en compañía de otros de su especie, viviendo en manadas altamente organizadas. Algunos grupos lo forman hembras y sus crías, otros de jóvenes machos que al llegar a la madurez dejan el grupo de su madre para formar el suyo propio. Los delfines son animales muy inteligentes y sociales. Pertenecer a un grupo es muy importante para ellos ya que es donde encuentran seguridad, amor y compañía. Los lazos sociales con el grupo pueden durar muchos años. 

En Cautiverio, los delfines son separados de su grupo para siempre. Durante la captura, los lazos sociales que los delfines han cuidado y disfrutado durante años se destruyen drásticamente. Hay distintos métodos de captura para distintas razas de delfines. Los delfines bottlenose normalmente se capturan con redes antes de ser izados al barco. Este procedimiento es extremadamente violento, no tan sólo para el delfín capturado, también para el grupo que sufre la pérdida, repentina y permanente, de un miembro. 

3. En Libertad, la relación más íntima en la comunidad de delfines es la que hay entre una hembra y su cría. Ambos nadan muy juntos, compartiendo una relación caracterizada por un profundo afecto. Un delfín bottlenose joven permanecerá con su madre hasta los 5 años. 

En Cautiverio, se pueden encontrar delfines capturados muy jóvenes. Jamás volverán a ver a sus madres. 
 

4. En Libertad, los delfines viven en agua salada. 

En Cautiverio, están en tanques con agua del mar tratada química y artificialmente.

5.
En Libertad, los delfines utilizan su propio sonar para detectar peces, arrecifes de coral, predadores y otros delfines. Los delfines se orientan por el sonido y continuamente "escanean" sus alrededores con sonidos. El uso de este sentido en los delfines es tan importante como la vista en los humanos. 

En Cautiverio, el uso del "sonar" está limitado. No pueden usarlo para cazar peces vivos, ya que se les alimenta con recompensas de pescado muerto. Tampoco lo pueden usar en explorar el mundo submarino, ya que no hay mucho que explotar en un tanque pelado de cemento. Privar a los delfines de usar su sentido sensorial tan altamente desarrollado es uno de los aspectos más dañinos del cautiverio. Es como forzar a una persona a ir con los ojos tapados para el resto de sus vida. 


6. En Libertad, los delfines pasan muchas horas cooperando en perseguir y cazar peces en mutua colaboración. Los delfines han desarrollado varias maneras sofisticadas de buscar alimento. Esta búsqueda de alimento no solamente satisface su apetito: perseguir y cazar presas vivas les permite hacer uso de sus habilidades naturales, o sea su velocidad, inteligencia, uso del sonar y habilidad para comunicarse y cooperar. 

En Cautiverio, las dos primeras cosas que debe aprender un delfín son a comer pescado muerto y aceptar a comer de la mano de alguien. Nunca jamás experimentarán la emoción la perseguir y cazar presas vivas.

 
7. En Libertad, la madre de un delfín joven le enseña todas las habilidades necesarias para vivir en el océano: como usar y evitar predadores, donde buscar alimento, como perseguir y cazar peces. Todo lo que sabe un delfín es comportamiento aprendido. Los delfines jóvenes aprenden a bucear, saltar, moverse entre las olas y comunicar a través de la observación y la mímica de los comportamientos de otros delfines en el grupo. 

En Cautiverio, los delfines son adiestrados por entrenadores para llevar a cabo varios trucos circenses. Dependen completamente de sus entrenadores para comer. Esto permite al entrenador obtener su dependencia. El entrenamiento tiene un efecto muy dañino en los delfines. Mientras aprenden a realizar comportamientos artificiales como dar golpes a una pelota con el morro o saltar por aros, olvidan gradualmente sus comportamientos naturales.


8. En Libertad, los delfines viven en un ambiente oceánico inmenso. Aquí disfrutan de los ritmos naturales del mar, las mareas y las corrientes. Durante el día oyen muchos sonidos diferentes característicos del mundo oceánico, como las olas rompiendo contra la costa y los sonidos y silbidos de otros miembros del grupo. Los ritmos de la naturaleza y la variedad de sonidos del océano son aspectos esenciales en la vida de un delfín. 

En Cautiverio, hay delfines en: parques de atracciones, espectáculos móviles, centros comerciales, etc. Hasta en casinos en Las Vegas y en discotecas en Suiza. En EE.UU., Canadá y muchos países europeos, algunos delfines están limitados a pequeños tanques dentro de edificios. Jamás experimentaran los elementos más básicos de la naturaleza, la luz del sol, la lluvia, peces vivos y agua de mar. El único sonido que oirán serán los extraños y excesivos ruidos de generadores, bombas de agua, música disco, entrenadores gritando y audiencias aplaudiendo. 

Algunos delfines están en jaulas marinas en atracciones a lo largo de la costa. Están un poco mejor que aquellos en tanques, ya que, al menos, tienen agua del mar. Pero están privados de moverse en libertad. Teniendo que hacer varios shows al día, están limitados a un espacio de agua muy pequeño, lejos de sus manadas y sin ningún sitio a donde ir y nada que explorar.

E N T R E N A M I E N T O  &  
E S P E C T Á C U L O 

Los espectáculos y actuaciones de delfines cautivos se consiguen mediante un método de entrenamiento controlado. Se basa en su total dependencia del entrenador para satisfacer su hambre y necesidad de comer. 
 
La industria de la cautividad dice que los delfines cautivos saltan a través de los aros y juegan a basket porque les. Delfinarios y entrenadores dicen que los delfines demuestran con sus magníficas actuaciones, sin dejar que nadie lo dude, que están disfrutando y pasándoselo bien.
 

El engaño de que un delfín de actuación es feliz viene dado por la parafernalia con que se intenta presentarlo: un escenario brillante y teatral, el agua incitantemente azul de los tanques, la música sonando, y los delfines permanentemente sonrientes saltando aros, jugando a basket y llevando a sus sonrientes entrenadores a sus espaldas mientras nadan velozmente. Estas actividades no son, lógicamente, parte del comportamiento natural de estos animales salvajes.

Para conseguir que los delfines lleven a cabo estos trucos circenses, el entrenador debe conseguir un control total sobre ellos. Esto se consigue aprovechándose del apuro en que se encuentran los delfines cautivos sin ningún otro recurso. Dependen, única y exclusivamente, de los cuidadores quienes les alimentan. 
 
Una vez los delfines hambrientos se han rendido hasta comer pescado muerto, el entrenador les enseña que solamente cuando llevan a cabo el comportamiento y el guión deseados (así como saludar a la audiencia o andar con la cola) reciben como recompensa: pescado. Así es como se fuerzan los comportamientos anormales a los delfines. 
 
 
Es conocido que el entrenador sopla un silbato a intervalos. Esta es la señal inmediata de que el delfín ha llevado a cabo el truco tal como deseaba y, a continuación, se le recompensa con un pescado. Cuando el delfín no lleva a cabo el truco a satisfacción del entrenador no se sopla el pito ni se le da comida.

La industria del cautiverio llama a este procedimiento de entrenamiento "recompensa positiva”. Desde el punto de vista del delfín, es privación de alimento, o pasar hambre. Los entrenadores insisten en decir que su relación con los delfines se basa en la cooperación y la comprensión mutua. Dicen: "la comunicación funciona, de hecho nos entendemos mutuamente". Esconden que el control de comida/comunicación es esencial para el espectáculo.

Cuando los delfines "caminan" sobre sus colas o "juegan" a basket, los espectadores lo interpretan como juego y diversión. Cuando los delfines: "besan" a los entrenadores, aplauden o mueven las cabezas en afirmación cuando les preguntan algo, esto añade carácter humano a los animales dejando a los espectadores con la falsa impresión de que, en efecto, existe un idioma común entre los entrenadores y los delfines.

Para los delfines, estos comportamientos no significan nada más que la única manera de conseguir comida. Sin duda, mantener a los delfines un poco hambrientos les induce a seguir actuando.

Los entrenadores dicen que los delfines "aprenden muy rápidamente". Lo que quieren decir es que quien tenga el cubo de la comida tiene un poder tremendo sobre los delfines. Un delfín hambriento haría cualquier cosa por alimentarse. Un entrenador decía: "si los delfines no tienen hambre, ya te puedes olvidar de hacerles saltar".

C O N S E R V A S I Ó N - M O R T A L I D A D

La mayoría de los centros que mantienen cetáceos en cautividad afirman jugar un papel en la conservación de estas especies. Sin embargo, apenas se ha realizado ninguna investigación viable en los delfines cautivos que pueda contribuir a las iniciativas de conservación. ¿En qué contribuyen los espectáculos circenses a la conservación? ¿Por qué presiona la industria del cautiverio a la Comisión Internacional Ballenera para que no apruebe leyes que protejan a los pequeños cetáceos?


Las mismas capturas de animales de la naturaleza que se realizan para suministrar a esta industria, afectan a las poblaciones salvajes y ponen en peligro la conservación de las especies. En 2004, España permitió la primera importación de orcas a la UE en 10 años. Aunque importados con un permiso de cría en cautividad para su conservación, estos animales participan en espectáculos circenses al son de la música de discoteca.

La endogamia es también muy frecuente en estos centros. Además de inseminar artificialmente a hembras demasiado jóvenes para criar, es frecuente cruzar animales con parentescos familiares con los problemas de salud que pueden conllevar además de reducir la variedad genética necesaria para proyectos de conservación.

Diversos estudios demuestran que los delfines tienen una esperanza de vida inferior en cautividad que en libertad. En la naturaleza, la esperanza de vida de los delfines es de unos 50 años, mientras que en cautividad su mortalidad es del 60%.


Aunque los delfines en cautividad rara vez viven más de 20 años, los que más tiempo han vivido en cautividad cómo mucho lo han hecho el mismo tiempo que sus homólogos en la naturaleza. 

Estos casos no hacen más que demostrar que el estrés que les provoca la cautividad es igual de mortal que los peligros de estos animales encuentran en la naturaleza: depredadores, escasez de alimentos, parásitos o amenazas provocadas por el hombre, como la polución – y debemos tener en cuenta que en estos centros reciben cuidados veterinarios que en la naturaleza no tendrían.


Las orcas en cautividad mueren a un ritmo 2,5 veces más frecuente que en la naturaleza. Mientras en la naturaleza pueden vivir hasta 70 años los machos y 90 años las hembras, en los delfinarios nunca pasan de la adolescencia. Las orcas no pueden adaptarse a las condiciones social y físicamente artificiales de los acuarios.

La principal causa de muerte de estos animales en cautividad son las infecciones bacterianas (como la neumonía- un fallo respiratorio). Otros motivos de muerte pueden ser por asfixia al ingerir objetos extraños, por agresiones de otros animales, e incluso por comportamientos auto-destructivos (tendencias suicidas) u otras enfermedades como la septicemia, la tuberculosis o el virus del Nilo Oeste. 

El estrés agudo crónico o frecuente, predispone a los animales a sufrir problemas al provocar, por ejemplo, inmunosupresión (que aumenta su susceptibilidad a enfermedades).


El número de delfines mantenidos en cautividad en Europa es fluctuante ya que es frecuente la muerte y reposición de los individuos. Como las muertes de crías de menos de un año no se contabilizan y existe una alta mortalidad postnatal, el número total de animales muertos en estos centros se mantiene oculto a la luz pública. 

La cría de beluga que nació en el Oceanográfico de Valencia, por ejemplo, murió a los 25 días de nacer. De los más de 13 delfines nacidos en el Zoo de Barcelona entre los años 80 y 2000, sólo 4 lograron pasar el destete, Inuk, Blau, Tumay y una hembra vendida al Zoo de Lisboa. Algunos de éstos ya han muerto, así como sus progenitores.

ES HORA DE REFLEXIONAR Y DETENER TODAS LAS ACCIONES QUE MALTRATAN A NUESTROS DELFINES ...

La cautividad reduce drásticamente su esperanza de vida. 
 
Algunos delfines cautivos han estado toda su vida en un pequeño tanque de cemento... 

Creen que el techo es el cielo y nunca han experimentado los elementos más simples de la naturaleza: los ritmos del mar, el sol, la lluvia. Nunca han podido nadar en línea recta todo lo que quisieran, nunca aprenderán a usar su velocidad, inteligencia y sentidos para cazar peces vivos.

Todos los delfines del planeta, nacieron para ser LIBRES ...
a ellos les corresponde vivir en la INMENSIDAD DEL MAR !!






UN LLAMADO GLOBAL ...

Un llamado para que no asistas a delfinarios o cualquier espectáculo con delfines. Con tu ayuda, esta masacre puede parar.

ASÍ HABLAN LOS NIÑOS POR NUESTROS DELFINES...
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=KP-LqyPVkh4

+ VIDEOS >>

La verdad de los delfinarios (The Cove)

Delfin Intenta Escapar de Cautiverio en Delfinario de Japón

影像報導:海豚的辛酸


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2 comentarios:

  1. ESO ES LO QUE DEBERIAN EXPERIMENTAR LOS PERSONAJES QUE LES HACEN ESO A LOS DELFINES.
    CONSIDERO QUE ES UNA AUTENTICA ABERRACION LO QUE LES HACEN A ESTOS MARAVILLOSOS SERES Y ME SOLIDARIZO MUCHO CON ELLOS PERO DESGRACIADAMENTE OCURREN MUCHAS COSAS DRASTICAS EN ESTE PLANETA Y NO HABLEMOS TAMBIEN DE LOS MUCHOS NIÑOS UTILIZADOS CON FINES SEXUALES Y LUCRATIVOS ES UNA AUTENTICA VERGUENZA Y ASI PRETENDE LA SUPUESTA HUMANIDAD LLEGAR A UNA EDAD DORADA? MAS BIEN ESTOS SON HECHOS QUE HACEN PERDER FE Y ESPERANZA A ESTAS ALTURAS ESTAS ACCIONES DEBERIAN DE QUEDAR TOTALMENTE OBSOLETAS.
    UN SALUDO.

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  2. NUNCA HAY QUE PERDER LA FÉ Y LA ESPERANZA JORDI... ESTAMOS TRABAJANDO ARDUAMENTE PARA CAMBIAR LAS INJUSTICIAS DE ESTE MUNDO... NAMASTE JORDI

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