LA ILUMINACIÓN... PRESENCIA DE LA CONCIENCIA DIVINA
La iluminación o encendido de los seres humanos que va teniendo lugar
cada vez con más frecuencia, es un hecho, no solamente psicológico sino
también fisiológico.
Los resultados que se producen en el triple
mecanismo, mental, sensorial y físico, conceptualizado como ser humano,
no son más que manifestaciones de la misma energía básica, al ser
trasferida de un plano a otro. Es la misma conciencia divina que hace
sentir su presencia en las diferentes esferas de percepción y de conducta
humanas.
La intuición es la captación directa de la verdad, aparte de
la facultad razonadora o de cualquier otro proceso del intelecto, algo
así como el surgimiento en la conciencia de una verdad o belleza nunca
sentida, no procede del subconsciente o de la memoria racial o
individual acumulada.
Sino que desciende directamente a la mente desde
la superconsciencia omnisciente y la podéis reconocer inmediatamente
como la única verdad infalible y que no despierta duda alguna, la máxima
expresión del camino correcto o la síntesis de todos los flujos de los
universos, actuando de forma acompasada para proporcionaros la dirección
correcta, independientemente de que decidáis seguirla o no.
Esta
purificación de las puertas de la percepción es lo que podéis esperar
que ocurra a medida que avancéis hacia áreas más elevadas de conciencia,
pero debéis dar por seguro que este acceso inmediato a la verdad es el
destino final de todos los seres humanos, y probablemente algún día la
mente misma quede bajo el umbral de la conciencia, tal y como se
encuentran hoy los instintos.
Entonces actuaréis únicamente desde la
esfera de la intuición y hablaréis en términos de intuición, con tanta
facilidad como ahora habláis en términos de la mente y tratáis de actuar
como seres mentales.
Porque todo conocimiento es en cierto modo una
asimilación, pero la intuición es una información inmediata, sin un
intermediario interpuesto objetivamente, algo así como la captación, por
parte de la mente, de la realidad directamente tal cual es, y no bajo
la forma de una percepción o concepto, independiente del sentimiento.
Angel Luis Fernández.
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